jueves, 23 de octubre de 2014
PALABRAS PARA SOFIA
No me gustará olvidarte, lo se,
Ahora que apenas siete meses
Nos miran por la espalda
Con el alma encaramada a tu sonrisa.
No me gustará que el viento
Extienda tu ademán por las calles
Sin antes permitirme que encienda
Mis luciérnagas el dia que naciste.
No tendré más honor
Que tus pequeñas manos
Cambiando el porvenir por ese instante
Cambiando la ambigüedad por el milagro,
Cambiando todo el deseo
Por uno de tus pequeños estruendos de armonía.
No dejaré –lo se- que esta memoria
Se quede en el laberinto
Como un ajeno don, cuando mañana,
Siete meses y un dia,
Antes de caminar por oseas catedrales,
Abrace tu dormir
Para arroparte siempre
Para arroparme siempre
Para saber que el mundo
Para darle coraje
Para que no despiertes
Más que con esperanza.
By MAG (un dia precioso que la conoci )22 oct 2014
Para sonia y Jose Luis
miércoles, 24 de septiembre de 2014
la madre
Mi madre
Andaba a tropezones, la mierda se le salía, se iba hacia
los lados como un borracho, no dirigía las manos a lo que quería.
Del cerebelo, dijo.
Cortaron un trozo de cabeza y cerraron. A los diez años
fue a visitar al médico, para darle las gracias.
<Lo que hace la vida Agustina, le dijo.
<Usted.
<No, Agustina, yo te mandé a tu pueblo a que te
enterraran.
Tardó un mes en caerse, romperse una cadera, quedarse en
la cama y morir.
Una muerte de rebote. Siempre salvando nuestras
costillas, claro.
Aquel mes, a fuerza de presionar, -eso creímos- mi
hermanico Agustín consiguió que mi madre testamentara a su favor.
Bueno, ya lo sabes. Si. Se quedó con todo: La casa, la
panadería, las huertas.
<Mira, te voy a hacer dos “cabronás”, te voy a dejar
sin nada por activa o por pasiva, y luego me voy a morir, para que no me puedas
juzgar>
Ese fue el mensaje de mi madre.
Y encima, encima no sabes por qué lloras, no sabes si
lloras porque alguien se ha muerto, porque se te ha muerto tu sentimiento, porque
no te has muerto tu en vez del muerto, porque lo que te has ganado trabajando
cuando tenías que dormir se lo han dado a otro, porque odias a tu hermano, porque tu hermano te odia
y no tienes palabro que lo defina, o porque te sigue dando lástima. No sabes
quién te da lástima.
No dejo de pensar en ella. Siempre he dicho que la
adoraba. La madre. Mi madre.
> Cuando yo falte -decía- Cuando yo falte..
A veces las madres somos una llaga. . .
Y yo sentía desmoronarse el mundo sin su presencia. Se me
nublaba el horizonte, nada alrededor de mí ni en mi interior. No podía existir
el mundo si ella faltaba. Lo decía a menudo cuando todavía ella era una mujer
joven para lo que ahora se ve, y yo aún no había cumplido 30 años. El hilo que
me hacía pertenecer a algo o a alguien era ella.
Una llaga que no quieres que se cure
Por eso miras a otro lado. Por eso
¿Cómo vas a mirar de frente a lo que de verdad te duele,
si ese dolor es el único que lleva un consuelo?
Cuando naciste,
tres días antes de cumplir los 9 meses de la boda,
no faltaron habladurías.
No, no es eso lo que me importa ahora. Entonces, si.
Ahora no. Yo no sabía querer a un hijo. Te lo digo como lo sentí. Entonces, no.
No se si alguien sabe, o hacen como que saben. Sabes algo: sabes que es tuyo.
Cuando no tienes nada, un hijo te empuja a un río en el
que está el resto del mundo. Ya no eres diferente, eres uno más con mayor o
menor fortuna. Te convertías en alguien, o eso era lo que creíamos. Querer, lo que se dice
querer, sentir algo por ese cuerpecillo que solo comía y cagaba, eso no puedo
decir que lo sintiera. No es verdad que una mujer sabe querer de forma natural.
O tal vez sea que a nosotros no nos
habían enseñado. Nos daban de comer, nos vestían y dormíamos en caliente. No
creas que no lo he pensado todos estos años. Sobre todo cuando estuve tan
enferma después del segundo parto y no me podía mover para coger a la niña de
la cuna. Años soñando que se me moría, años sin poder dormir por miedo a que
los sueños fueran realidad. Me preguntaba si la vida conoce cuando uno tiene un defecto.
Defecto
Luego, van pasando los días, y vas sabiendo con las
entrañas que es
parte de ti.
Como parte de ti empiezas
a querer
Mi madre no se arreglaba
nunca.
Las mujeres de treinta años eran viejas. Las mujeres iban
al campo con tres o cuatro o cinco pololos cuando tenían la regla. Te lavabas
por la noche.
Odiábamos el cuerpo.
Queríamos odiando.
Buscando la postura más cómoda del
amor, la que asimila otra vida a la propia, la que engulle, la que nos
demuestra que somos más fuertes que el otro, la que acapara las fuerzas de los
demás y nos deja a la intemperie con el sobrepeso de la responsabilidad.
jueves, 18 de septiembre de 2014
Aquel guarro cabrón descabezó los doce pollos adolescentes en la primavera del 65, el año de las muertes de los abuelos. Luego, tiempo largo , he cargado con la burla del cerdo negro que nos ponía carne en la mesa.
- Era listo, el cabrón -decía Clarita- A ver si se libraba de su muerte cargándose a los vecinos. Un facha cualquiera.
Y padre desaparecia por no darle un tortazo que le volviera la cara hacia atrás
Fachas, -decia.
Nunca entendí el significado. Estábamos de acuerdo con lo que menos miedo inspiraba.
Si un pobre hombre de campo era rojo, no era por conocimiento, era por necesidad. Si otro era fascista,
tampoco era convencimiento, sino por amiguismo y avaricia. Porque una fanega de cebada costaba un año de trabajo, un año de privaciones, una generación perdida, a veces. Porque una mujer preñada no tenía un simple tomate que llevarse a la boca, y cuando lo conseguia, defendian a muerte el pan y la paja.
Y abortabas. Una y otra vez. Una y otra vez.
Un rico con un fusil no es mas que un rico sin un fusil.
El fusil de un pobre es un ancla.
(continuará)
Imagen de Ben Goode
- Era listo, el cabrón -decía Clarita- A ver si se libraba de su muerte cargándose a los vecinos. Un facha cualquiera.
Y padre desaparecia por no darle un tortazo que le volviera la cara hacia atrás
Fachas, -decia.
Nunca entendí el significado. Estábamos de acuerdo con lo que menos miedo inspiraba.
Si un pobre hombre de campo era rojo, no era por conocimiento, era por necesidad. Si otro era fascista,
tampoco era convencimiento, sino por amiguismo y avaricia. Porque una fanega de cebada costaba un año de trabajo, un año de privaciones, una generación perdida, a veces. Porque una mujer preñada no tenía un simple tomate que llevarse a la boca, y cuando lo conseguia, defendian a muerte el pan y la paja.
Y abortabas. Una y otra vez. Una y otra vez.
Un rico con un fusil no es mas que un rico sin un fusil.
El fusil de un pobre es un ancla.
(continuará)
Imagen de Ben Goode
martes, 25 de marzo de 2014
SOBRE AMOR Y OTRAS SOMBRAS
Los sueños tienen formato XL. Algunos sueños.
Como algunos amores la etiqueta marca un error de fábrica.
Si es un amor grande o muy grande
solo encaja completamente en la idea más la sombra.
Su sueño -el del amor- se percibe en la madriguera de alguna alimaña
o en el fondo nupcial de piscina ajena.
Pero falta decir que a veces esto es solo el adelanto
del fracaso que uno enciende por las noches
nada más nacer,
a imagen y semejanza de aquellos otros
amores talla perfecta y superior cincel
con que esculpimos los sueños
y los insultos.
(By MAG)
Como algunos amores la etiqueta marca un error de fábrica.
Si es un amor grande o muy grande
solo encaja completamente en la idea más la sombra.
Su sueño -el del amor- se percibe en la madriguera de alguna alimaña
o en el fondo nupcial de piscina ajena.
Pero falta decir que a veces esto es solo el adelanto
del fracaso que uno enciende por las noches
nada más nacer,
a imagen y semejanza de aquellos otros
amores talla perfecta y superior cincel
con que esculpimos los sueños
y los insultos.
(By MAG)
viernes, 21 de marzo de 2014
Paradoja
Hay días silenciosos.
Días gestantes y silenciosos.
El mismo código genético se calla a
intervalos que muchos nombrarán inútiles.
Es como decir que el silencio es inútil,
que vivir en el ruido es vivir .
Que caernos por el precipicio de la inactividad es redondear
una pequeña muerte sin compañía ni placer.
Andamos sentados en el orinal de la palabra pensada.
No es momento de alardear de una imaginación al borde de proclamarse infinita .
Solamente contará la Acción si se retuerce de deseo en la huella invisible y exacta del silencio.
Días gestantes y silenciosos.
El mismo código genético se calla a
intervalos que muchos nombrarán inútiles.
Es como decir que el silencio es inútil,
que vivir en el ruido es vivir .
Que caernos por el precipicio de la inactividad es redondear
una pequeña muerte sin compañía ni placer.
Andamos sentados en el orinal de la palabra pensada.
No es momento de alardear de una imaginación al borde de proclamarse infinita .
Solamente contará la Acción si se retuerce de deseo en la huella invisible y exacta del silencio.
martes, 18 de marzo de 2014
"Callar"
Callar, callar,
no callo porque quiero
Callo porque la
pena se me impone
Para que la
palabra no destrone
Mi mas hondo
silencio verdadero
(Gerardo Diego)
Detrás está el dolor –me dijo. Lo sabíamos.
Porque
hubo silencios con los que hicieron piedra,
y con ese equilibrio que los hombres
hambrientos
destilan cuando callan, erigieron los muros
donde nos escondimos.
La piel de las muchachas reinaba como
estatuas,
con ojos delirantes y mirada perdida.
Para guisar el pan con la harina y el llanto
hubo que golpear hasta hacernos arena, resina,
despilfarro del odio y de las pesadillas.
Cantar con la mañana fue solo un laberinto
del que ningún poeta quiso huir . Recuerdo
que con solo pedir una estrofa a la vida
brotaban en los muros carnívoras especies.
Detrás, aun más allá –le dije, mi amor mismo,
larvario y enlutado
se debate
entre resucitar con ira o con agujas :
elegí lo primero.
Fósil recuerdo de aquella lapidación donde crecimos.
viernes, 7 de febrero de 2014
AUSENCIA
Tal vez estemos hablando de tragedia cuando te digo adiós
sin medir la importancia que los violines ausentes
tienen por ausentes. Reconozco
que apurada la insinceridad -palabra que no existe
para nadie-
(porque yo siempre apuro el agua
que me dan y hasta la que se ahorra y mido con sed
o deseo que es sed al revés y acompañado)
construyo una rotonda para la escena
por donde nunca viaja el amor correcto,
el que vuelve y se desvía y toma el sentido inverso,
o se distrae con los nidos que descubrió trepando
a las musarañas en las aulas de primaria.
Hoy he oído que las carambolas hacen eco.
Después he vuelto a bajarme de un taxi sin glamour,
como baja un enfermo de un cuerpo
hasta ayer inadvertido y solidario. Abro un paréntesis
solo para pedirme
que la ausencia no lleve nombres ni lápidas. No
componga recuerdos ni firme epitafios.
Cuando cojo tus manos
iguales a tantas otras esqueléticas,
ya se
que nos hemos bebido un cordón policial .
Ese es otro misterio .
By MAG
sin medir la importancia que los violines ausentes
tienen por ausentes. Reconozco
que apurada la insinceridad -palabra que no existe
para nadie-
(porque yo siempre apuro el agua
que me dan y hasta la que se ahorra y mido con sed
o deseo que es sed al revés y acompañado)
construyo una rotonda para la escena
por donde nunca viaja el amor correcto,
el que vuelve y se desvía y toma el sentido inverso,
o se distrae con los nidos que descubrió trepando
a las musarañas en las aulas de primaria.
Hoy he oído que las carambolas hacen eco.
Después he vuelto a bajarme de un taxi sin glamour,
como baja un enfermo de un cuerpo
hasta ayer inadvertido y solidario. Abro un paréntesis
solo para pedirme
que la ausencia no lleve nombres ni lápidas. No
componga recuerdos ni firme epitafios.
Cuando cojo tus manos
iguales a tantas otras esqueléticas,
ya se
que nos hemos bebido un cordón policial .
Ese es otro misterio .
By MAG
miércoles, 5 de febrero de 2014
FRAGMENTO
Fue una pluma tus primeros Reyes conocidos. Una estilográfica y un tintero.
Lo supe.
Se irá -pensé- estos me la quitan.
Cuando no tenga fuerzas en las piernas , ella no estará. Mi seguridad de una vejez digna.
Una vejez digna y una tumba digna.
Así pensábamos.
Las hijas para la vejez.
Los hijos para bregar.
La mente no es primero. Un corazón muerto es lo primero.
No nos pilló una guerra. Nos pillaron dos y los rios de mierda
de la historia.
By MAG
sábado, 25 de enero de 2014
SIN NOMBRE
(EL)
"Baja hasta los cimientos,
llega hasta donde se suicidan los niños,
arrima esa mirada extraviada
al huracán de donde emergiste:
Una madre enlutada,
demasiado joven, demasiado
arisca,
demasiado pequeña
para el ruido mundano.
No apartes la pupila de los hombres
que nacieron para ejercer
de látigos o abono,
aquellos a los que Schröeder redujo
a escombros antes de ser espigas.
Conoce la inocente parábola.
¿Ves las laderas por donde acampa
el rechazo de los dioses
y no ves el manto agrio
como manglar de sus erecciones y sus perfidias?
¿Ves al hombre que debiste abrazar
camino del destierro,
esa bestia que arranca
cualquier semilla, inflama
la oquedad
y se aparea con esta su sombra?.
¿Ves como voy a honrar mis demonios
sellado a una pira con otros despojados,
que mataré todo lo que no parezca
un resumen depravado de si mismo?
Oyes batir campanas,
roncar perros, el llano hecho resaca
de cualquier invierno,
tu padre derramándose
de amor.
No sabrás si era tu padre
aquel hombre que crujia
ardiendo en la biblioteca.
Demasiado joven la mujer
que te contuvo
para saber de la muerte o
de la creación.
Con cada pierna en esos dos pilares
su útero, como barranco ajeno.
Demasiado joven
para dejarte vivir sin recordártelo.
"Baja hasta los cimientos,
llega hasta donde se suicidan los niños,
arrima esa mirada extraviada
al huracán de donde emergiste:
Una madre enlutada,
demasiado joven, demasiado
arisca,
demasiado pequeña
para el ruido mundano.
No apartes la pupila de los hombres
que nacieron para ejercer
de látigos o abono,
aquellos a los que Schröeder redujo
a escombros antes de ser espigas.
Conoce la inocente parábola.
¿Ves las laderas por donde acampa
el rechazo de los dioses
y no ves el manto agrio
como manglar de sus erecciones y sus perfidias?
¿Ves al hombre que debiste abrazar
camino del destierro,
esa bestia que arranca
cualquier semilla, inflama
la oquedad
y se aparea con esta su sombra?.
¿Ves como voy a honrar mis demonios
sellado a una pira con otros despojados,
que mataré todo lo que no parezca
un resumen depravado de si mismo?
Oyes batir campanas,
roncar perros, el llano hecho resaca
de cualquier invierno,
tu padre derramándose
de amor.
No sabrás si era tu padre
aquel hombre que crujia
ardiendo en la biblioteca.
Demasiado joven la mujer
que te contuvo
para saber de la muerte o
de la creación.
Con cada pierna en esos dos pilares
su útero, como barranco ajeno.
Demasiado joven
para dejarte vivir sin recordártelo.
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